- Tenía capacidad para producir cerca de 65.000 cajetillas al día a pleno rendimiento. Se han intervenido 30 toneladas de tabaco ilegal a granel, y 64.500 cajetillas ya preparadas para su venta
- En la operación CORTAFUEGO se ha detenido a 10 personas e imputados a 3, y se han practicado un total de 11 registros, entre domicilios, naves industriales y fincas
El
operativo se ha saldado con la detención de 10 personas e
imputados a 3, y la incautación de 30 toneladas de tabaco a
granel, así como 129 cajas de tabaco recién elaborado,
60.000 euros en metálico, 4 vehículos (entre ellos un
camión y una furgoneta), distintas armas de fuego, así
como toda la maquinaria y el material necesario para la producción
y empaquetado de cigarrillos.
En
los 11 registros practicados también se han intervenido miles
de boquillas para la elaboración de cigarrillos, papel para
envolverlos, numerosos cartones con serigrafías de una
conocida marca de tabaco, plastificados, cajas de empaquetado,
herramientas y otros enseres necesarios para la cadena de elaboración
ilegal de tabaco.
Esta
fábrica tenía capacidad para estar activa las 24 horas
del día, al ser abastecida por dos potentes equipos
electrógenos autónomos de última generación,
que estaban ocultos en unas cuadras de caballos y se encargaban de
abastecer de electricidad a la cadena de producción ya que,
debido a la remota localización de la finca, la misma no
dispone de suministro eléctrico.
La
finca en la que estaba ubicada la fábrica está
destinada a la explotación de ganado porcino y de otras
especies animales, a la que se accede por caminos de difícil
tránsito. Dispone de distintos habitáculos para dar
hospedaje a los trabajadores, módulos prefabricados pintados
de manera mimetizada para dificultar su visualización desde
cualquier punto del monte, o incluso desde una aeronave.
Los
miembros de la organización tenían su sede principal en
la nave donde se encuentra la fábrica y usaban otras naves de
Sevilla dispuestas para el almacenaje y transporte de la materia
prima y del tabaco elaborado hacia los canales clandestinos de
distribución.
Trabajadores
ilegales para mantener activa la producción
Para
poder mantener el nivel de producción exigido, la organización
tenía que conservar activo todo el proceso de fabricación
durante el mayor tiempo posible, para lo que disponían de
trabajadores ilegales que vivían en la misma finca, donde se
les facilitaban habitaciones y zonas de ocio habilitadas en módulos
prefabricados.
En
el momento de la intervención, la Guardia Civil encontró
a dos trabajadores que estaban esperando un camión que los iba
a abastecer de tabaco a granel para potenciar la línea de
producción de cigarrillos.
A
los ahora detenidos se les imputan los delitos de contrabando de
tabaco, falsificación industrial y blanqueo de capitales,
además de otros delitos conexos como delitos contra los
derechos de los trabajadores y tenencia ilícita de armas.
Están pendientes de determinar otros aspectos legales asociados al empleo irregular de estos trabajadores y no se descartan otras posibles responsabilidades contra la salud pública, ya que la cadena de elaboración de esta sustancia no guardaba las más elementales normas en este sector.
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